martes, 16 de junio de 2009

Adoro a la naturaleza, no soy capaz de matar un insecto ( solo cucarachas y moscas ) pero a veces mi paciencia y tolerancia están a punto de explotar !!!

Desde hace dos semanas, todas las noches un hermoso " grillo " ha hecho su aparición en cuanto empieza el anocher.
Su hermoso cantar llega a nuestro descanso, a veces es música para arrullarnos, pero otras le dá tanta velocidad a su ritmo que no aguanto.
Según sabía los " chirridos " eran porque atraían a su pareja, yo estaba enojada y decía Dios ya mandale una novia por favor !
Pero buscándo en la red encontré que parece que hay una relación directa entre los grillos y la temperatura, más concretamente entre su canto y la temperatura.
Si uno quiere conocer la temperatura ambiente en grados centígrados sin necesidad de echar un vistazo al termómetro —y siempre que se escuche el canto de un grillo, claro está— nada más fácil que contar los chirridos que emite durante 8 segundos y sumarle 5 a la cifra obtenida.
Cuanto más calor hace más rápido canta. Ah méndigo con razón !!
¿Y por qué cantan los grillos más rápidamente cuando hace más calor?
En realidad todos los animales de sangre fría llevan a cabo sus funciones a mayor velocidad cuando la temperatura del entorno es más elevada.
No se trata de un fenómeno biológico sino de un fenómeno químico, pues los organismos vivos responden al dictado de muchas reacciones químicas y éstas, por lo general, se llevan a cabo más rapidamente a temperaturas más altas.
Así los grillos chirrían con una frecuencia directamente proporcional a la temperatura ambiente. Y conociendo la temperatura en unos momentos dados se puede deducir la fórmula anteriormente descrita, lo que nos permitirá adivinarla en cualquier momento a partir de su canto.
Con razón el pobre no dejaba de cantar, ha hecho un calor insoportable!
Pues ahora entenderé a mi grillo y tendré la calculadora a mi alcance.

1 comentario:

  1. Las cosas que se aprenden.
    Yo sólo mato a los mosquitos (cucarachas ni tengo ni quiero) que son los que me chupan la sangre, aparte del Estado y otros seres de carne y hueso, claro está.

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