domingo, 18 de octubre de 2020

 Por la mañana, fui a comprar unas plantas, el vivero está pasando 5 vías ( muero de miedo al pasar por ahí ) Al atravesarlas, vi a un perrito atropellado por el tren. Creí que estaba muerto por el estado en qué estaba, ya alguien le había puesto encima una camisetita. Al regreso, tenía que pasar junto a el, había gente viéndolo, al llegar vi que levantó la cabecita, creí imaginar y lo vi otra vez, está vivo y comencé a llorar pidiendo a Dios que me permitiera llegar a mi casa para regresar por el, no iba a dejarlo ahí, desangrándose. Llevaba las 10 macetas con sus respectivas plantas, eran muy pesadas, pero corrí lo más rápido que pude. Llegué, abrí la reja y aventé las bolsas con las plantas. Subí corriendo la escalera buscando a mi hija. Tomé unas cobijas, mientras ella sacaba rápido el carro, fuimos por el perrito.

Se estacionó y corrimos. Había gente viéndolo, sin hacer nada. Un sr nos vio y se regresó preguntando si era de nosotras, no, no era mío, pero no iba a dejarlo ahí, nos ayudó a cargarlo y llevarlo al carro. Era tan parecido a uno mío. No podíamos pasar por un "%/)/%$ !! trailer que estaba atravesado, mi hija se subió al camellón y pudimos salir.

En algunas ocasiones tocó el claxon pidiendo que nos dejaran pasar, afortunadamente nos apoyaron. Llegamos al hospital entré pidiendo que nos ayudaran a bajarlo, yo no pude entrar del llanto. Mi hija entró con el y a los pocos minutos salió a decirme que no había nada que hacer en sus piernitas, decidimos dormirlo.

La dra Dulce acariciando su cabecita ( tal vez fue la única vez que lo habían acariciado ) le dijo cosas bonitas, que ya no iba a dolerle nada. Mi hija lo abrazó, le pidió perdón por lo que lo hayan hecho en su vida. Lo sostuvo hasta que su corazón dejó de latir.

Dios, como duele ver sufrir a un animalito. Este chiquito estaba sucio, mal alimentado, lleno de pulgas. Ojalá esa gente tenga su castigo, porque no tiene conciencia de abandonar a un animalito que lo único que hace es amar.