No era la llamada habitual, por eso le llamó la atención. Llegó al departamento, tomó su llave y entró. Todo estaba igual, el florero con las rosas blancas y la tarjeta, la leyó, la apretó contra su pecho y sonrío como siempre, pero .....  

El salió de la recámara y la saludó .... era su imaginación, o algo no andaba bien ? 

Se sentía desorientada por la hora de la llamada pero no dijo nada, entró al baño, se desvistió y tomó una ducha, siempre subía corriendo y se sentía incomoda. Salió envuelta con la toalla sonriendo, tratando de disimular lo que la preocupaba, pero el no estaba esperándola como en cada cita.

Fue a la habitación y lo encontró ahí, recostado, callado, vestido. Ella se acostó a su lado, abrazándolo, lo miró y él esquivó la mirada, se giró con la espalda sobre el pecho de él y repegó su cuerpo, no intentó deshacerse de la toalla. El la rodeó delicadamente con sus brazos, acarició su pelo y le besó el cuello con ternura ...... si, ella sabía que era el final. 

Pasaron los minutos en un silencio total. Luego el dijo " lloras " ? No lo hagas porque todo este tiempo fue maravilloso. Le recordó en un susurro cosas hermosas, lo sentía pero tenía que ser así. Cuando escuches la " incondicional " sera la canción de ambos.

Ella no dijo nada, se levantó, tomo su ropa, y fue a cambiarse. Se maquilló un poco para disimular las lágrimas. Dejó la llave en la mesita, junto al florero con las rosas que tanto amó, cerró la puerta, bajó las escaleras y salió a la calle, el sol brillaba como queriendo alegrarle un poco su tristeza. Dio vuelta en la esquina sin mirar hacia la ventana donde siempre un beso la despedía. 
Meses después, en la madrugada la despertó una canción, había un carro afuera, pero ella ni siquiera se movió. Era él, era su " Nube Viajera "